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Mantenimiento de edificios - Instrucciones de uso
CAPITULO
2
INSTRUCCIONES DE USO.
El derecho al disfrute de una vivienda digna y adecuada
-que consagra la Constitución-, trae de la mano la necesidad de
promover las mejores condiciones para hacer efectivo ese disfrute por parte
de los usuarios, de un bien tan complejo y duradero. Por eso, las "recomendaciones
de uso" son indicaciones encaminadas a conseguir, entre otros, los
siguientes objetivos:
-
Evitar patologías.
-
Mejorar el confort, la salubridad
y la seguridad.
-
Promover el ahorro de agua y energía,
y no contaminar.
-
Propiciar la economía de
mantenimiento, etc.
Con el fin de salvaguardar las condiciones de seguridad
y salud, de mantener la validez de las autorizaciones, licencias, calificaciones
otorgadas y las garantías contratadas en las pólizas de seguros
correspondientes, los espacios y dependencias integrados en una edificación
de vivienda no deberán destinarse para usos distintos de los que
tuvieran asignados por el proyecto.
Para cualquier cambio de uso o modificación
de las dotaciones, elementos de construcción e instalaciones será necesario
contar, previamente, con el asesoramiento e informes técnicos pertinentes
sin perjuicio de solicitar las licencias y autorizaciones correspondientes,
y de la comunicación a la Compañía de Seguros.
En cualquier caso, el usuario de la vivienda debe
tener muy claro que estas recomendaciones de uso no tienen carácter
de obligación, pero que el mal uso le hace responsable de los daños
que hubiera causado por ello y que:
Las garantías con que cuente la vivienda
y el edificio no cubren, entre otros, los daños causados por el
mal uso ni por modificaciones u obras realizadas después de la recepción,
salvo la subsanación de defectos observados, en su caso, en la misma.
No obstante lo dicho, también debemos recordar
que el usuario tiene que cumplir con determinadas obligaciones impuestas
por disposiciones legales (VPO, Ley de Propiedad Horizontal, etc.) que
contemplan esta materia con diferente perspectiva. (Al respecto, puede
consultarse el Anexo 1 de este Manual).
2.1. ESPACIOS Y ACTIVIDADES.
El uso adecuado hace más confortable la vivienda,
evita su deterioro, mejora la seguridad y reduce los gastos de mantenimiento
y el daño ambiental.
2.1.1. Espacios
privativos.
La vivienda integra un conjunto de espacios privados
en los que se desarrolla la vida familiar. Cada uno de esos espacios tiene
entidad propia y han sido diseñados para cumplir funciones específicas
y bien diferenciadas.
a) Dormitorios.
Para dormir satisfactoriamente es importante mantener
un control lumínico y sonoro, así como condiciones ambientales
adecuadas, en las habitaciones destinadas a este uso.
Diseñadas para acoger a un determinado número
de personas (habitualmente 6 m² para una persona; mínimo de
8 m² para dos personas), pueden ver afectada su salubridad y confort
si se rebasa ese número.
Los dormitorios deben ventilarse diariamente para
renovar la totalidad del aire que contienen. Es aconsejable realizar esta
operación por las mañanas y durante un tiempo de 30 minutos.
Por motivos de higiene y para prevenir posibles
incendios, no debe fumar en la cama.
b) Salón.
La utilización de una parte de esta habitación
como comedor, es bastante frecuente. Una buena distribución de los
espacios, de las zonas libres y ocupadas, es necesaria para garantizar
la comodidad. Por todo ello:
-
Preste especial atención
al amueblamiento.
-
Cuide el nivel de iluminación
(diurna y nocturna) para evitar el cansancio de los ojos,
especialmente en zonas que requieran una atención
visual cercana y prolongada.
-
Vigile el nivel de ruidos que produce.
Escuchar música, la radio o la televisión
no deben ser un tormento para los vecinos.
-
Ventile con frecuencia esta habitación.
-
Decore con plantas, renovarán
y purificarán el aire.
c) Cocina.
- Mantenga una buena iluminación en todo
el recinto.
Debido a la actividad que aquí se desarrolla,
la cocina es la habitación de la vivienda donde se producen más
humos y gases, y se generan más desperdicios. Unos y otros son causa
de malos olores. Para evitarlo:
-
Ventile constantemente este recinto
y utilice, si fuera posible, extractores de humo.
-
Ventile también los armarios,
alacenas o despensas, donde se guardan (o acumulan, o almacenan)
los alimentos. Evite su putrefacción.
-
Retire las basuras con la mayor
frecuencia posible.
-
Elimine las grasas acumuladas en
los rincones.
Recuerde también que debido a la formación
de vapor de agua resultante de la cocción podrían aparecer
manchas de humedad por condensación, casi siempre de difícil
eliminación. Se evitan con una buena ventilación.
Una vez realizadas las tareas que comporta el cocinar
(hervir, freír, asar, etc.) y consumidos los alimentos cocinados,
es preciso limpiar los útiles empleados.
Después de eliminar los restos de comida
que llevan adheridos dichos útiles, proceda a lavarlos cuanto antes.
En la cocina, generalmente se utiliza fuego para
calentar los alimentos. En consecuencia: tome precauciones para evitar
los incendios.
Al respecto, se recomienda consultar la parte 4
de este Manual.
d) Cuarto de baño.
En este recinto el consumo de agua, tanto fría
como caliente, es considerable. En consecuencia:
-
Evite el derroche de agua en todos
los aparatos.
-
Vigile el funcionamiento de la cisterna
del inodoro.
-
Utilice, si fuera posible, mezcladores
automáticos de agua fría y caliente.
-
Cierre perfectamente los grifos
después de su utilización.
El ambiente húmedo del recinto puede producir
humedades de condensación. Para evitarlas o atenuarlas:
-
Facilite la correcta ventilación
del recinto.
-
Seque los grifos, mobiliario y paredes
cuando estuvieran cubiertos por la humedad.
El contacto del agua con suelos y paredes propicia
la aparición de humedades de filtración. Al objeto de evitarlas:
-
Vigile las fisuras de los revestimientos
de suelos y paredes y procure tener bien selladas las uniones
entre aparatos, suelos y paredes.
-
Procure secar cuanto antes el suelo
mojado y evitará resbalones. Si no lo tuviera, es
conveniente dotar a la bañera de algún elemento
antideslizante en su fondo. Coloque también una
barra para agarrarse.
Para la limpieza de aparatos sanitarios y grifería
se recomienda el empleo de agua y jabón. No utilice productos abrasivos.
La proximidad del agua y la corriente eléctrica
es siempre peligrosa; y aunque la reglamentación actual prohíbe
la colocación de tomas de corriente en la zona de influencia del
baño y la ducha, deben extremarse las precauciones para evitar accidentes.
No manipule aparatos eléctricos (como máquinas
de afeitar, secadores de pelo, etc.) con las manos mojadas, ni estando
dentro de la bañera o bajo la ducha, ni cerca de un chorro de agua.
Los aparatos sanitarios del cuarto de baño
están instalados para cumplir con la función que tienen asignada
y no deben ser utilizados para otros menesteres:
-
No se suba encima del inodoro o
del bidé, empleandolos como escalera para alcanzar
algo: el aparato podría partirse o deteriorarse
su fijación.
-
No apoye su cuerpo en el lavabo
con todo su peso, pues podría desprenderse o romper
las conexiones de suministro de agua o de desagüe.
e) Lavadero.
La función de lavado se realiza en nuestros
días, casi exclusivamente, en máquinas lavadoras movidas
por energía eléctrica en la mayoría de los modelos.
El secado puede hacerse mediante:
-
Máquinas secadoras.
-
Tendido de ropa, generalmente al
exterior.
En el primer caso, se produce importante cantidad
de vapor de agua y para evitar condensaciones:
-
El recinto donde estuviera la secadora
deberá ventilarse convenientemente.
Si la ropa se tiende al exterior:
-
Procure hacerlo en lugar no visible
desde la calle y de forma que el agua desprendida no moleste
a vecinos ni viandantes.
No tienda ropa en lugares cercanos al paso de conductores
eléctricos.
El planchado se realiza con planchas eléctricas
cuyo funcionamiento sencillo no presenta problemas generalmente.
Pero no deben olvidarse los peligros inherentes
a la utilización de la electricidad, y al fuego, que podría
producirse por descuido. A tal efecto:
-
No mantenga enchufada la plancha,
innecesariamente.
-
Utilice soportes no inflamables.
f) Armarios.
Aunque nos referimos especialmente a los llamados
armarios empotrados, la mayor parte de las siguientes recomendaciones serán
igualmente útiles para el caso de armarios-mueble.
-
Todos los armarios necesitan una
buena ventilación. En especial, los destinados a
almacenar alimentos si son cerrados y no se procura su
frecuente aireación, se convertirán en un
foco de putrefacción y malos olores.
Hay armarios que pueden estar cerrados durante largos
periodos de tiempo: por ejemplo, los que guardan equipamiento (mantas,
alfombras, etc.) y ropa (abrigos, gabardinas, etc.) de temporada. Además
de proteger estas cosas con productos contra los insectos, sigue siendo
necesario una frecuente ventilación del habitáculo.
No almacene sustancias nocivas y peligrosas.
Los medicamentos deben guardarse en lugar fresco
y fuera del alcance de los niños, pero:
-
No almacene innecesarios productos
de farmacia una vez finalizado el tratamiento para el que
fueron prescritos.
g) Balcones y
terrazas.
Generalmente se proyectan para disfrutar del ambiente
exterior sin salir de la propia vivienda; pero, lamentablemente, el uso
deforma en numerosas ocasiones, el verdadero destino para el que fueron
concebidos. Por eso:
-
No convierta sus balcones o terrazas
en almacén o trastero.
Por su ubicación en la fachada y, a pesar
del uso privativo para cada vivienda, las terrazas y balcones tienen la
consideración de elementos comunes del edificio salvo el caso de
viviendas unifamiliares. En consecuencia:
-
No pueden realizarse reformas, añadidos
o sustitución de elementos, salvo acuerdo pleno
de la Comunidad y con la previa autorización del
organismo competente del Ayuntamiento de la localidad.
Aún dentro de su más apropiada utilización,
en las terrazas y balcones deben extremarse las medidas de precaución
para evitar caídas al vacío, especialmente, las de los niños,
y las de objetos que supongan un peligro para los viandantes y otros perjuicios
o molestias. Por ello:
-
No coloque mesas, butacas, jardineras
y otros elementos decorativos que faciliten la escalada
de la barandilla.
-
No sitúe las macetas "por
fuera" de la barandilla, ni en lugares en que no queden
protegidas contra la caída.
-
Evite el riego en horas inadecuadas.
h) Garaje y trastero.
-
El aparcamiento debe hacerse, exclusivamente,
en los emplazamientos señalados para tal fin y de
forma que no se impida o dificulte el uso del garaje por
los otros convecinos.
-
En todo momento, hay que mantener
expeditas las vías de entrada y salida del garaje.
Esta recomendación se hace extensiva al acceso desde
la vía pública.
El mantenimiento de un bajo nivel de gases es un
aspecto esencial para el buen funcionamiento del garaje. Así pues:
-
No obstruya ni obstaculice el sistema
de ventilación.
-
Mantenga encendido el motor de su
automóvil, dentro del garaje, el menor tiempo posible.
La acumulación de gases por una combustión
defectuosa es altamente peligrosa.
Por motivos de seguridad y para evitar los riesgos
derivados de posibles incendios y explosiones, se recomienda:
-
Mantener limpio el garaje. Eliminar
la presencia de grasas, aceites y combustibles derramados.
-
No almacenar productos inflamables,
como neumáticos, latas de aceite, de gasolina, etc.
-
No fumar ni encender fósforos
u otro tipo de llamas.
Para el trastero son de utilidad las mismas recomendaciones
que se hicieron en el apartado de armarios. Y además tenga en cuenta
que estos espacios:
-
No deben ser utilizados como habitaciones.
Por el alto riesgo que conllevan:
-
El trastero no es un lugar adecuado
para guardar la bombona de butano.
-
No almacene productos inflamables.
2.1.2. Espacios
comunes.
En las viviendas unifamiliares, los espacios a que
nos referimos a continuación son de uso privativo.
Para todos los elementos de uso colectivo deben
tenerse en consideración estas máximas:
-
Utilizarlos sin dificultar ni impedir
el uso por los demás convecinos.
-
Cuidarlos como si fueran de su exclusiva
propiedad.
El trato correcto y las relaciones de buena vecindad
contribuyen a mejorar la calidad de la vida y a evitar conflictos.
Además de las recomendaciones que más
adelante haremos en los correspondientes apartados, parece oportuno referirnos
ahora a otras advertencias de carácter general, especialmente encaminadas
a señalar la importancia del cuidado de su propia vivienda para
no producir daños o molestias a sus vecinos:
-
Adopte sin reservas todas las medidas
de prevención de incendios que le sean recomendadas.
-
Mantenga en perfecto estado de funcionamiento
las instalaciones de su vivienda y especialmente las de
gas y electricidad, cuya utilización descuidada
conduce a peligrosas consecuencias (incendios y explosiones).
-
Procure evitar atascos, fugas de
agua, descuidos (grifos abiertos, tapones de los desagües
puestos,
) baldeos de suelos, etc., pues puede trasladar
los daños a las viviendas de al lado y de los pisos
inferiores al suyo.
-
Al deshacerse de los residuos, utilice
bolsas cerradas y evite el derramamiento de líquidos.
Si lleva esas bolsas hasta el punto de recogida pública
de basuras, no las deposite en la acera sino en el interior
del contenedor; y cierre la tapa de éste.
-
Evite actividades que resulten molestas
especialmente en las horas habituales de sueño.
Si tiene alguna celebración en su casa procure hacerlo
sin resultar enojoso para los demás convecinos.
Modere el volumen de la música y el tono de las
conversaciones.
-
Tienda la ropa en los lugares destinados
a tal menester, pero no lo haga en las ventanas o terrazas
que dan a la vía pública. Si el agua que
desprende la ropa mojada pudiera molestar a sus vecinos,
sea prudente, evite "abusos" y prepotencia.
-
A la hora de sacudir las alfombras,
cerciórese con antelación de que no va a
producir molestias.
-
¡Cuidado con los animales!
Si en su vivienda tiene, por ejemplo, un perro, el animal
debe estar adiestrado para que sus ladridos no molesten
a los vecinos, haga sus defecaciones en el lugar adecuado
y no produzca destrozos en los bienes comunitarios. Debe
llevarlo amarrado cuando atraviese con él zonas
comunes del edificio.
-
Procure no dar portazos, además
de molestar a los demás, puede producir con ello
averías y roturas.
Las recomendaciones sobre la utilización
adecuada de determinados elementos y espacios que pueden ser comunes (azoteas,
ascensores, fachadas, etc.) se hacen en los apartados correspondientes
a los elementos constructivos e instalaciones que figuran más adelante.
a) Portal y escaleras.
Ambos espacios tienen, generalmente, un mismo o
parecido tratamiento constructivo en los suelos y paredes que delimitan
su volumen.
Vea las recomendaciones que se hacen en los apartados
correspondientes a estos elementos de la construcción.
Para todos estos espacios son de interés
las siguientes recomendaciones:
-
No obstaculice la circulación
colocando objetos que puedan estorbar el paso de las personas.
La no observancia de esta recomendación podría
tener graves consecuencias en casos de emergencia y necesaria
evacuación del edificio.
-
No arroje papeles ni otros desperdicios
al suelo. No manche las paredes.
-
Procure que sus hijos no los tomen
como lugar de juegos, y que no produzcan destrozos, ruidos
u otras molestias, a su paso.
-
Evite reuniones y molestias con
gritos o ruidos en estos espacios.
Por motivos de seguridad:
-
La puerta de entrada o cancela debe
permanecer cerrada. No abra a desconocidos.
Por motivos de economía:
-
No debe pulsarse "sistemáticamente" el
automático de la escalera, sino solamente cuando
sea necesario. Además de que aumenta la posibilidad
de averías, el consumo indiscriminado de energía
eléctrica es un despilfarro.
Salvo para personas mayores, discapacitadas o con
problemas de salud:
-
Se recomienda bajar por la escalera
en vez de hacerlo en el ascensor. Se consigue un ahorro
en el consumo de energía y, a veces también,
una mejora del estado físico de las personas.
b) Patios.
Por su peculiar problemática nos vamos a
referir concretamente a los que se conocen como patios de luces comunitarios.
Para la correcta utilización de estos patios
habrán de tenerse en cuenta las siguientes observaciones:
-
Salvo que esté específicamente
diseñado para ello, o no se disponga de otro lugar
para hacerlo no debe utilizarse este espacio para el tendido
de ropa.
-
Evite la caída de objetos
porque puede producir daños a las personas, desperfectos
en la solería o la obstrucción del desagüe.
-
El sumidero debe mantenerse limpio
y libre de atascos para evitar el peligro de una posible
inundación. Conviene verter agua frecuentemente
para asegurar el cierre hidráulico y evitar, consecuentemente,
el paso de malos olores.
Las paredes que cierran el recinto tienen la consideración
de fachadas. En consecuencia:
-
No se permite la apertura o modificación
de huecos, la colocación de extractores, la construcción
de cualquier añadido, etc., sin el asesoramiento
técnico pertinente y la autorización de la
comunidad.
-
El mero hecho de que se pueda acceder
a uno de estos patios desde una vivienda no significa que
sea de uso exclusivo.
c) Zonas de esparcimiento.
Jardines y piscinas.
Cuando una Comunidad de Propietarios dispone, dentro
de los espacios que le son propios, de una zona para el esparcimiento,
descanso o entretenimiento en horas de ocio, cada uno de sus usuarios debe
pensar que ese es el lugar más apropiado para la comunicación
y convivencia con el resto de sus vecinos, y donde se ofrece la mejor oportunidad
de mostrarse como ser social, que está unido a los demás
por intereses comunes muy bien definidos.
Así pues, debe recomendarse:
-
Cuidar con especial esmero cuanto
se haya dispuesto - en esas zonas - para la utilización
por sus usuarios con fines lúdicos, deportivos,
o de simple entretenimiento y descanso.
Nos referimos a: juegos de niños, pistas
deportivas, paseos, mobiliario (bancos, papeleras), instalaciones (iluminación,
farolas, riego).
Jardines.
Los árboles, plantas y flores son elementos
vivos que deben preservarse siempre en ese estado. De aquí la importancia
de las labores de mantenimiento. Sin olvidar que el uso adecuado es fundamental
para la supervivencia de los jardines y el disfrute de su belleza. Por
ello:
-
No arranque las flores. No maltrate
las plantas ni permita que los niños lo hagan.
En algunos jardines privados se colocan letreros
indicando: "No se admiten perros en el jardín". Una advertencia
que debe ser atendida. Los excrementos de los animales no tienen que ir
a parar al suelo del jardín de uso común.
Piscinas.
En el Reglamento Sanitario de las Piscinas de Uso
Colectivo (las piscinas pertenecientes a viviendas unifamiliares o Comunidades
de vecinos con menos de 20 viviendas, no son objeto de este Reglamento),
una parte importante del articulado hace referencia a las condiciones higiénico-sanitarias,
medidas de seguridad, métodos para tratamiento del agua, etc., que
deberán conocer y poner en práctica los responsables, quienes,
en caso de incumplimiento, podrían incurrir en graves sanciones.
A tales efectos, tenga en cuenta lo establecido en el apartado "Normativa
aplicable" del Anexo 1 de este Manual, por el referido Reglamento
y, en especial, que "la inactividad de las piscinas por un periodo
de tiempo superior a seis meses requerirá la concesión, por
parte del ayuntamiento, de la correspondiente licencia de reapertura que
requerirá el informe favorable del Delegado Provincial de la Consejería
de Salud".
Al usuario de estas piscinas, deben hacérsele
las siguientes recomendaciones:
-
Siga las instrucciones de los socorristas
y cumpla las normas del régimen interior que la
Comunidad haya establecido para el funcionamiento.
-
No entre en la zona de baño
con ropa o calzado de calle.
-
No lleve animales.
-
Utilice la ducha antes de la inmersión
en el agua de la piscina.
-
Utilice los recipientes destinados
a desperdicios o basuras. Colabore así a mantener
la limpieza.
d) Aparcamientos.
Si dentro del recinto que corresponde a la Comunidad
hay un espacio que permite el aparcamiento de automóviles o de otros
vehículos, el usuario haría bien en pensar que, sin duda,
goza de un auténtico privilegio; aunque, a la vez, no podrá olvidar
que se trata de algo que tendrá que compartir con sus vecinos de
conformidad con las normas que hayan establecido.
Por ello, su comportamiento debe ajustarse a las
pautas que regulan una razonable convivencia y observar las recomendaciones
siguientes:
-
Si las plazas están señalizadas,
coloque el vehículo dentro de los límites
de la señalización.
-
Si no estuvieran marcadas las plazas,
procure ocupar el menor espacio posible.
-
En cualquier caso, no obstruya los
accesos ni dificulte las maniobras.
-
Respete las zonas destinadas a minusválidos.
e) Otras actividades.
La vivienda y el edificio donde se ubica reclaman
otras atenciones que han de serle prestadas de forma generalizada y sin
demasiada diferenciación según los espacios que las necesitan.
Limpieza.
La limpieza, propiamente dicha, de la vivienda como
local habitado constituye una actividad esencial para el mantenimiento
de la higiene en niveles aceptables.
El polvo es un elemento perjudicial para las personas,
para los muebles y para los componentes del edificio, por la facilidad
con que penetra y se deposita en todas partes. Puede hacer enfermar a las
personas (alergias, etc.), afear el mobiliario y deteriorar los aparatos.
Así pues:
-
El polvo debe eliminarse tan frecuentemente
como sea necesario.
El agua interviene en la mayor parte de los procesos
de limpieza; pero debe utilizarse con prudencia ya que algunos materiales
o productos utilizados en la construcción de la vivienda se deterioran
con el uso abusivo de agua y otros ni siquiera admiten un grado mínimo
de humedad.
Además debe moderarse el consumo de un bien
tan escaso como el agua, y para ello:
-
No utilice una cantidad excesiva
de agua en el fregado de los suelos y, si fuera posible,
séquelos inmediatamente.
-
Evite los baldeos.
Respecto de la utilización de detergentes
y abrasivos se advierte que:
-
Pueden ser peligrosos para la salud,
y ser el origen de muchos accidentes domésticos,
por lo que su elección debe ser hecha con prudencia
y conocimiento del producto.
-
Los daños que pudieran producirse
en aparatos sanitarios, griferías, mecanismos de
electricidad, pavimentos y revestimientos, etc., podrían
ser irreversibles, de no ser los adecuados.
-
Es conveniente elegir detergentes
líquidos, que no suelen llevar fosfatos. Estas sustancias
son muy contaminantes para el agua de nuestros ríos.
Para una vivienda más "verde",
además de los consejos anteriores:
-
Utilice las bayetas ecológicas
existentes en el mercado, para la limpieza.
Recogida de residuos.
Las basuras, desperdicios o residuos, han sido y
serán un asunto problemático para el correcto funcionamiento
de la vivienda familiar. Son un permanente foco de malos olores y de putrefacción.
Su volumen es nada despreciable. Su manipulación, generalmente desagradable.
El recinto más "productor" es la cocina.
-
Utilice bolsas de plástico
para los desechos sólidos - evite los líquidos
- y ciérrelos de forma adecuada. Sáquelas
diariamente de su vivienda.
Cada persona genera un kilo de basura al día,
pero el 90 % puede ser reciclada. A pesar de ello:
-
Debe intentar reducir la basura
al máximo, aplicando la teoría de "las
tres erres": reducir, reutilizar y reciclar.
Poco a poco se va imponiendo la necesidad de seleccionar
estos desechos según distintos tipos para proceder luego al reciclaje
de sus productos y contribuir a la mejora del medioambiente. La colaboración
en tal sentido de los usuarios de vivienda que generan estos desperdicios
hace aconsejable que, si fuera posible:
-
Disponga de varios recipientes para
recoger las basuras de forma selectiva, separando la basura
orgánica (desperdicios alimenticios) de la apta
para ser reciclada (latas, plásticos, bricks, papel
o vidrio).
Las basuras, recogidas en bolsas, se llevan directamente
al contenedor en la vía pública o se depositan en el lugar
asignado por la Comunidad para este fin, desde donde se trasladarán,
posteriormente, a aquellos contenedores.
-
Limpie frecuentemente con productos
desinfectantes los recipientes donde se hayan recogido
las bolsas de basura.
-
Si en su Comunidad hay un recinto
destinado a cuarto de basuras, se recomienda, no sólo
su frecuente limpieza, sino, con una cierta periodicidad,
desinsectar y desratizar por empresa especializada.
-
Los desechos de muebles (camas,
sillas, etc.), máquinas (electrodomésticos,
por ejemplo) o ajuar doméstico (colchones, etc.)
se depositarán en los contenedores destinados a
tal fin o se avisará para su recogida a los servicios
municipales correspondientes.
-
Utilice los distintos contenedores
adecuadamente al fin previsto (desperdicios, vidrios, papel,
etc.).
Por cada tonelada de papel reciclado, se ahorran
140 litros de petróleo en la producción de nuevo papel limpio
y, además, evitamos la tala de millones de árboles. Por ello:
-
Contacte con empresas que se encargan
de la recogida de papel o llévelo al contenedor
más próximo destinado a tal fin.
2.2. ELEMENTOS CONSTRUCTIVOS.
Podemos considerar que un edificio está formado
por un pequeño número de partes o conjuntos de elementos
complejos - pero de características constructivas semejantes - cada
una de las cuales cumple una función importante.
2.2.1. Cimentación.
Por medio de la cimentación se trasladan
todas las cargas del edificio al terreno sobre el que se apoya.
Se aplican diferentes sistemas de cimentación
(pilotes, zapatas, losas, etc.) según la naturaleza del terreno.
Todos ellos quedan generalmente ocultos o enterrados después de
su construcción.
No precisan, por tanto, ningún cuidado especial
para su normal conservación.
Es preciso advertir, por su importancia, que:
-
No se debe realizar ninguna actuación
que pretenda eliminar, disminuir las dimensiones o cambiar
el emplazamiento de cualquiera de los elementos que componen
la cimentación de un edificio o vivienda, o apoyar
sobre ellos nuevas construcciones u otras cargas.
-
En el supuesto de una necesaria
intervención que afectara a alguno de aquellos elementos
se requerirá tanto para el proyecto como para la
ejecución de las obras correspondientes, la intervención
de un técnico facultado para ello.
2.2.2. Estructura.
Es el conjunto de elementos que componen el esqueleto
portante del edificio, encargado de trasladar a la cimentación las
cargas y sobrecargas que soporta.
Las estructuras de más frecuente utilización
son las de hormigón armado, las de acero y las formadas por muros
de ladrillos, llamadas así según el material que predomine
en su construcción.
Los principales elementos de la estructura son:
-
Pilares: elementos resistentes
verticales. Su dimensión predominante es la altura.
-
Vigas: elementos resistentes
horizontales (salvo excepciones).Su dimensión predominante
es la longitud, en cuyo sentido descansan sobre dos o más
apoyos.
-
Forjados: elementos resistentes
de desarrollo superficial, generalmente planos y horizontales.
Sirven de soporte a los suelos y techos de un edificio,
o se convierten en estos mismos después de algún
acabado o revestimiento.
-
Muros de carga: fábricas
resistentes de ladrillo, piedra u otro material.
A veces se construyen estructuras mixtas en las
que se combinan los materiales mencionados.
Puesto que la estabilidad de un edificio depende
de todos y cada uno de los elementos resistentes que componen su estructura
y que esta se calcula y construye en base a un determinado supuesto de
carga, deben tenerse en cuenta las siguientes prohibiciones y limitaciones:
-
No se debe realizar ninguna acción
que pretenda eliminar, disminuir las dimensiones o cambiar
el emplazamiento de cualquiera de los elementos estructurales.
-
En el supuesto de una necesaria
intervención que afectara a alguno de aquellos elementos
se requerirá el asesoramiento de un técnico
facultado para ello, tanto en el proyecto como en la ejecución
de las obras correspondientes.
-
No se deben hacer taladros ni rozas
en vigas ni en pilares. En los forjados y muros de carga
sólo podrían realizarse previa consulta y
autorización por técnico competente.
-
No se permitirán sobrecargas
de uso superiores a las previstas.
En general, los edificios de vivienda tienen un
límite de 200 kg por metro cuadrado. (En cualquier caso la Memoria
de Cálculo del proyecto lo indica con toda precisión).Por
este mismo motivo:
-
Evite la concentración de
cargas (colocación de aparatos pesados en una pequeña
superficie) que pudieran exceder esos límites.
-
El uso inapropiado de algunos recintos,
aunque fuera de forma esporádica (por ejemplo para
bailes, convites, etc.) podría dañar la estructura
(forjados) de forma irreversible.
2.2.3. Fachadas.
Los cerramientos cubren exteriormente la estructura,
definen o delimitan el volumen del edificio, proporcionan una protección
térmica y acústica y resguardan de los agentes atmosféricos.
Las fachadas constituyen el cerramiento vertical
del edificio con paramento exterior a la vista y a la intemperie. El cerramiento
vertical de la cara o caras del edificio que linda con el solar vecino
se suele denominar medianera aunque, propiamente, no siempre lo sea.
En las fachadas, una parte importante de su superficie
es maciza o "ciega". Pero, en la mayoría de ocasiones,
se abren en ella numerosos huecos.
Las fachadas y sus componentes (paredes, terrazas,
ventanas, persianas, etc.) son elementos comunes del edificio y como tales
deben ser tratados, aún cuando esos elementos sean de uso privado
de cada vivienda. En consecuencia:
-
No se permitirá modificación
alguna en las fachadas ni en ninguno de sus componentes,
que pretenda cambiar las características de sus
materiales constitutivos, eliminar algún elemento,
variar sus dimensiones o alterar su configuración
o su ubicación.
-
Tampoco se permitirá la apertura
de ningún tipo de hueco sin permiso de la comunidad.
Partes macizas.
Cuando se trate de paredes divisorias entre propiedades
colindantes:
-
No deben abrirse huecos en ellas
(pues podrían crearse servidumbres de luces y/o
vistas) salvo autorización expresa del otro propietario.
Los humos, la humedad, el polvo y otros agentes
atmosféricos son causa de la suciedad que aparece en las fachadas
de los edificios.
Para su limpieza, puede hacerse la siguiente recomendación:
-
Debe evitarse la limpieza con procedimientos
físicos, como el chorro de arena.
2.2.4. Carpintería
exterior, acristalamiento, persianas.
Conjunto de ventanas, puertas y otros cierres, una
de cuyas caras mira al exterior del edificio.
Para la carpintería y acristalamiento es
conveniente tener en cuenta las siguientes observaciones:
-
No debe modificarse la forma ni
las dimensiones de ningún elemento de la carpintería
exterior, ni se cambiará su emplazamiento sin el
permiso de la comunidad y el asesoramiento técnico
correspondiente.
-
Evite golpes y cierre con cuidado,
sin brusquedad, cualquier elemento.
-
No introduzca ningún elemento
extraño entre las hojas y cerco, ni presione las
hojas abiertas contra la pared. Estos esfuerzos podrían
dañar seriamente la posición de las bisagras
y, en consecuencia, el cierre hermético de la carpintería.
-
Los acondicionadores de aire no
deben sujetarse a los perfiles de la ventana.
-
Evite apoyar objetos que pudieran
dañar la carpintería que los soporta. Por
ejemplo: pescantes para la sujeción de andamios,
poleas para la elevación de cargas, etc.
-
Si tiene que reponer vidrios rotos
en la carpintería de aluminio, tenga cuidado con
el posible descuadre de la hoja pues, en caso contrario,
el elemento móvil no encajará en el cerco.
-
Para evitar la entrada de humedad
conserve en buen estado la junta elástica de sellado
(generalmente cordón de silicona) entre el contorno
exterior de la carpintería y los paramentos.
Como medida de seguridad:
Mantenga a los niños alejados de los huecos
sin protección, o vigilados cuando estén próximos
a ellos.
Estando expuestos a la acción de agentes
externos - polvo, agua, u otros agentes - los elementos de carpintería
necesitan una limpieza frecuente.
Para la limpieza de carpintería y vidrios:
-
Emplee bayetas suaves o esponjas,
con agua jabonosa o detergentes rebajados que no contengan
cloro.
-
No utilice objetos duros ni productos
abrasivos.
-
En la limpieza del aluminio lacado
no use disolventes o alcohol, ni productos que los contengan.
-
Limpie la suciedad y el polvo que
pueda obstruir los orificios que el perfil inferior del
cerco lleva para evacuación del agua que recoge.
Las persianas son elementos de frecuente funcionamiento.
Tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:
-
Al bajar (cerrar) la persiana, evite
dejarla caer de golpe bruscamente. Corre el riesgo de que
se rompan las lamas o de que se descuelgue el eje del soporte
donde se enrolla.
-
Al subir (abrir) la persiana procure
hacerlo suavemente.
-
Aunque tiene unos topes para limitar
el recorrido, los golpes bruscos acaban debilitando la
sujeción.
-
Al accionar la cinta procure que
esta discurra por los rodillos de recogida de la caja.
-
Si observa alguna anomalía
en el funcionamiento de la persiana no intente forzarla.
El desplazamiento lateral de una lama, su salida de las
guías, el roce de la lama con la guía, la
cinta que se rompe o se sale del disco de enrollamiento,
son las más frecuentes anomalías. Algunas
pueden subsanarse con facilidad.
-
Es conveniente lubrificar periódicamente
las guías para facilitar el deslizamiento de las
lamas de la persiana; para ello se aconseja el uso de vaselina.
-
En el supuesto de ausencia prolongada,
no cierre herméticamente sus persianas. Es recomendable
dejar una pequeña holgura, entre algunas lamas para
favorecer la ventilación entre persiana y carpintería,
pues la exposición al sol produce tan gran concentración
de calor que podría dañar aquellas.
La limpieza de las persianas, puede hacerse:
-
En persianas de madera: en seco.
-
En persianas de pvc o aluminio:
con agua y detergente suave, no abrasivo.
2.2.5. Rejas, barandillas,
celosías.
Son elementos de protección:
-
Rejas. Conjunto de barrotes,
generalmente metálicos, de variadas formas y tamaños,
colocados en los huecos de fachada por motivos de seguridad.
-
Barandillas. Antepechos compuestos
de balaustres, generalmente metálicos, de variadas
formas y tamaños, colocados en balcones, terrazas,
escaleras y azoteas como defensa y protección contra
las caídas.
-
Celosías. Cerramientos,
no macizos, de los huecos de fachada, compuestos por piezas
de diferentes medidas y formas, fijas o móviles,
fabricadas con materiales diversos (cerámica, hormigón,
aleaciones ligeras, madera, PVC, etc.).
Para todos ellos resultan apropiadas las siguientes
recomendaciones:
-
No deben utilizarse como apoyo de
andamios ni para sujetar máquinas o elementos destinados
a subir cargas.
-
Si quiere adornar con macetas sus
balcones utilice un soporte apropiado colocado hacia el
interior. Y evite cargar en exceso la barandilla.
-
En las rejas y barandillas deben
vigilarse especialmente los anclajes. Cualquier deterioro
(por oxidación del material, por golpes que hayan
recibido, etc.) puede poner en peligro la misión
protectora que se les encomienda. La pintura debe mantenerse
en buen estado.
-
Por su situación, están
muy expuestas a la suciedad y el polvo, afeando las fachadas
si no se cuida su limpieza.
Como medida de seguridad:
No coloque muebles cercanos que faciliten la escalada
de los niños hasta los bordes de las barandillas.
2.2.6. Divisiones
interiores.
Paredes.
Nos referimos, con esta denominación, especialmente
a las paredes que forman la separación entre habitaciones de una
misma vivienda, o entre espacios interiores de un mismo edificio. Estas
paredes (tabiques, tabicones, etc.) de ladrillo u otro material en su parte "ciega",
llevan incorporadas en huecos abiertos al efecto, las puertas que permiten
el paso desde un espacio al contiguo.
También consideramos como "división
interior" la pared (generalmente, un tabique)que forma, en muchas
ocasiones, la hoja interior del cerramiento exterior (fachada) de todo
el edificio.
Los tabiques y tabicones de ladrillo son de pequeño
grosor (6 a 12 cm con revestimiento incluido) y algunos llevan empotradas
diversas instalaciones de agua y electricidad. Por todo ello:
-
No se colocarán objetos que
por su peso o forma de colocación puedan producir
empujes que dañen la propia pared.
Las estanterías con objetos pesados deben
apoyarse en el suelo.
-
Deben evitarse las rozas o canales
para empotrar otros conductos pues debilitarían,
quizás excesivamente, la pared.
-
Procure cerciorarse por dónde
pasan las conducciones empotradas antes de clavar algo
en la pared pues podría producir una avería
en las instalaciones y suponer un riesgo grave para su
seguridad. Para ello, atienda las recomendaciones que se
proporcionan en el Capítulo 5 de este Manual, y
tenga en cuenta que el emplazamiento de las mismas debe
habérselo facilitado el promotor con la documentación
de la obra ejecutada.
-
Para poner un clavo, introduzca
antes un taco de plástico.
Merecen especial mención, las divisiones
interiores y paredes que delimitan sectores de protección contra
incendios en las zonas comunes, en las que:
-
No debe realizarse ninguna actuación
que pretenda modificar su estado inicial sin el previo
asesoramiento de técnico competente.
También se construyen tabiques con placas
de escayola o con paneles prefabricados (con acabado de yeso) que se fijan
a una ligera estructura metálica. Las recomendaciones anteriores
son igualmente válidas para estos otros tipos. Con productos comercializados
bajo "marca" atienda, además, las instrucciones del manual
redactado por el fabricante.
2.2.7. Carpintería
interior
Generalmente la carpintería interior está constituida
por puertas que pueden prestar diversas funciones: permitir el paso de
las personas, preservar la intimidad, impedir la formación de corrientes
de aire o colaborar en la protección. Se componen de:
-
Precerco. Elemento de madera
fijado al tabique o tabicón.
-
Cerco. Elemento de madera
con rebaje para encajar la hoja, fijado al precerco.
-
Hoja. Elemento movible para
abrir y cerrar (abatibles/correderas/plegables).
-
Herrajes de Colgar. Elementos
metálicos para colgar la hoja del cerco (bisagras,
pernios).
-
Herrajes de Seguridad. Elementos
de diversos materiales incorporados a la hoja y al cerco
para la apertura y el cierre de esta (picaportes, cerraduras).
-
Tapajuntas. Tira de madera
para ocultar a la vista las uniones de la pared y el precerco.
Debido a la naturaleza de los materiales que constituyen
los elementos anteriores, resultan apropiadas las siguientes recomendaciones:
-
Procure evitar golpes y rozaduras
en la superficie. Generalmente las hojas normalizadas no
son de madera maciza en su totalidad, sino que suelen estar
formadas por un bastidor de madera cuyo hueco se rellena
con un material ligero. Un impacto de relativa fuerza puede
causarle un daño irreparable.
-
La colocación de topes de
goma en los suelos evitará deterioros tanto de la
hoja como de los revestimientos próximos.
-
Aunque los movimientos de abrir
y cerrar sean frecuentes en todo tipo de puertas, evite
los portazos. Adquiera alguno de los productos que hay
en el mercado para trabar las hojas abatibles cuando tienen
que permanecer abiertas.
-
Por el daño irreparable que
pueden causar, esté atento a la aparición
de carcomas, termitas u otros insectos xilófagos,
y en tal caso, consulte con un especialista.
-
Para evitar alabeos en las hojas
mantenga, mientras sea posible, cerradas las puertas y
seque inmediatamente cualquier muestra de humedad que pudiera
aparecer sobre ellas, ya que la madera se hincha con la
humedad (y en tiempo seco se contrae).
-
Los herrajes (cerraduras, manivelas,
bisagras, etc.) deben ser engrasadas con regularidad usando
para ello, preferentemente, aerosoles apropiados.
-
No fuerce los picaportes accionando
las manillas o pomos.
-
La limpieza normal de las puertas
puede hacerse con una bayeta seca. Si hubiera necesidad
de lavarlas, se recomienda la utilización de algún
producto de droguería adaptado al caso.
-
No tape a anule las rejillas que,
en algunos casos, llevan incorporada en su parte inferior
las puertas de cuartos de baño y cocina. Pues invalidaría,
al hacerlo, el sistema de ventilación de las habitaciones.
-
No intente cerrar (rellenar) la
rendija que queda entre paramento de pared y tapajuntas.
Sin duda, volvería a abrirse.
En los espacios comunes del edificio pueden haberse
colocado puertas denominadas "cortafuegos", con funciones específicas
de protección contra incendios. Por tanto, debe tener en cuenta
que:
-
Su configuración y emplazamiento
no debe alterarse sin el previo asesoramiento del técnico
competente.
2.2.8. Cubiertas.
Paramentos, generalmente inclinados, que protegen
la parte superior del edificio de inclemencias meteorológicas y
especialmente de la lluvia.
En los tejados, esos paramentos suelen estar revestidos
con piezas de pequeño tamaño (tejas) colocados sobre planos
de fuerte pendiente.
En las azoteas, estos planos son de escasa pendiente
y llevan un revestimiento que permite pisar sobre ellas. Unas son transitables
y otras no.
Para todos ellos resultan apropiadas las siguientes
recomendaciones:
-
Los tejados serán accesibles,
exclusivamente para su conservación y limpieza por
personal especializado.
-
En cualquier tipo de azotea se evitará la
colocación de elementos (mástiles, tendederos,
etc.) que pudieran dañar (perforar) la membrana
impermeabilizante o que dificulten la correcta evacuación
de las aguas pluviales. Cuando fuera preciso hacerlo debe
buscarse el asesoramiento de un técnico competente.
-
Tejados y azoteas deben estar siempre
limpios y libres de vegetación parásita.
De igual forma se mantendrán los canalones y cazoletas
de bajantes, según el caso. Evite colocar obstáculos
que dificulten los desagües.
-
Las cubiertas sólo pueden
ser usadas para la finalidad con que han sido concebidas.
Por eso hay que recordar que el uso indebido, invalida
las garantías que pudiera tener el usuario respecto
a su buen funcionamiento e impermeabilidad.
-
Tenga en cuenta que la azotea de
uso comunitario no es el lugar más apropiado para
el juego de los niños, ni para pasear animales que
dejen allí sus excrementos.
-
No sobrecargue los elementos dispuestos
para tender la ropa.
-
Si han de colocarse nuevos tendederos,
infórmese antes de la forma y condiciones en que
deberá hacerse. Los anclajes podrían perjudicar
la impermeabilización, dificultar el desagüe,
etc. Si la azotea, además, es de uso común
debe contar con la autorización de la comunidad
de propietarios.
2.2.9. Revestimientos
y acabados.
Damos esta denominación a cualquier capa
de material aplicada sobre la superficie de paredes, suelos o techos que
componen el edificio, para protegerlas, decorarlas o utilizarlas mejor.
a) Revestimientos
verticales.
Entre los revestimientos de paredes los hay que
hasta tienen nombre propio y son, además, los más comúnmente
utilizados.
-
Enfoscados. Revestimiento
con mortero de cemento.
-
Guarnecidos. Revestimiento
con yeso.
-
Enlucidos. Revestimientos
finos de diversos materiales (yeso, cal, etc.).
-
Alicatados. Revestimientos
con azulejo.
-
Aplacados. Revestimientos
con placas, generalmente de pequeño tamaño
(plaquetas o mosaicos).
-
Chapados. Aplacados de piedra
natural o artificial con piezas de mediano tamaño.
Los tres primeros necesitan un acabado de pintura;
los restantes, no.
Todos estos revestimientos, aunque fueran de muy
buena calidad, tienen múltiples limitaciones funcionales, por lo
que:
-
Ningún objeto pesado (muebles
de cocina, estanterías, etc.) puede estar sujeto
o colgado de los revestimientos. Se recomienda llevar la
sujeción al elemento constructivo que sirve de soporte
al revestimiento, es decir, a la pared.
-
Evite los golpes y roces ya que
pueden afectar a su aspecto y estabilidad.
-
Las reparaciones deben efectuarse
a la mayor brevedad y con materiales análogos a
los originales.
Si tuviera necesidad de hacer alguna perforación
en el paramento revestido:
-
Utilice siempre una taladradora.
-
En los alicatados, chapados y aplacados
evite los encuentros y esquinas de las piezas.
-
Antes de taladrar un azulejo, haga
una pequeña hendidura golpeando suavemente con punzón
y martillo, y coloque en ella la punta del taladro.
En mayor o menor grado, los revestimientos son siempre
sensibles a la humedad. Por eso, entre las recomendaciones que, al respecto,
pueden hacerse, destacamos:
-
Los enlucidos de yeso se preservarán
de la humedad y salpicado de agua. El deterioro que sufrieran
podría obligar a la total sustitución o reposición
de la zona afectada.
-
Se procurará que el desagüe
de las jardineras o el agua de su riego no caiga sobre
los aplacados de la fachada. El peligro de desprendimiento
obliga a ser precavidos al respecto.
-
Si las juntas entre los azulejos
y los aparatos sanitarios no estuvieran bien rellenas,
proceda a hacer un "sellado" con silicona, para
evitar que el agua o la humedad penetre hasta el mortero
de agarre.
Si una pequeña parte de la superficie del
alicatado se abomba ligeramente o suena a "hueco" al golpearlo
(denunciando que los azulejos se ha despegado del mortero), independientemente
del derecho que, en su caso, le asista a reclamar en la forma procedente:
-
Coloque una cinta adhesiva uniendo
los azulejos despegados con otros que no lo están,
previniendo su total desprendimiento y los riesgos derivados
de ello. Después avise, inmediatamente, a personal
especializado en la reparación.
Los revestimientos están expuestos a la acción
del polvo y la suciedad, por lo que se hace precisa una frecuente limpieza.
Para su limpieza resultan apropiadas las siguientes
recomendaciones:
-
Los enlucidos de yeso o estucos
suelen limpiarse con un paño seco repasando suavemente
sus paramentos.
-
Los alicatados: con un paño
húmedo, evitando la utilización de ácidos
o abrasivos.
-
Los chapados: con agua y detergente
neutro, descartando el uso de lijas, amoníaco o ácidos.
-
La limpieza de revestimientos de
madera y corcho se efectuará "en seco" (frotando
con una gamuza, o con aspiradora).
b) Revestimientos
de suelos.
El pavimento o solado es la capa superior que recubre
la superficie de cualquier suelo. Su finalidad es múltiple: desde
proporcionar una superficie plana fácil de pisar y dura al desgaste,
hasta dotarla de un aspecto agradable e incluso decorativo.
Entre los revestimientos de suelo para edificios
de vivienda, hay una gama muy variada. Los materiales que más frecuentemente
aparecen como acabado son: el terrazo, el mármol o los cerámicos,
que se reciben al suelo mediante una capa de mortero o pegamento.
De los pavimentos cerámicos puede encontrar
en su vivienda varios tipos:
-
De cerámica sin revestir. La
más conocida es la solería de 14 x 28 cm
que se emplea con profusión en la pavimentación
de azoteas, terrazas y patios.
-
De cerámica esmaltada
(vidriada). Una capa de esmalte extendida sobre la
cara vista de la baldosa se vitrifica al tiempo de su
cocción.
-
De gres. Es este un material
de gran dureza, muy compacto e impermeable, generalmente
utilizado en la pavimentación de cocinas, lavaderos,
cuartos de baño y aseos.
Para los pavimentos cerámicos, de mármol
o terrazo deben tenerse en cuenta las siguientes recomendaciones:
-
Procure secar inmediatamente el
suelo mojado para evitar que el agua penetre en la capa
interior provocando, en ocasiones, desprendimientos y filtraciones
en la vivienda inferior.
-
Si fuera preciso, revise y reponga
las juntas dañadas. Su buen estado previene roturas
y dificulta el paso de la humedad.
-
Evite el derramamiento de grasas
y ácidos sobre su superficie.
-
Evite golpes o impactos de objetos
duros o punzantes ya que pueden romper las baldosas.
-
Si una baldosa se rompe o desprende
repare el daño lo más rápidamente
posible para evitar que las piezas contiguas pudieran sufrirlo.
-
Procure disponer de piezas para
reposición de los pavimentos de su vivienda o edificio,
para casos de rotura o sustituciones por otras causas,
ya que puede resultar dificultoso encontrar, en su momento,
piezas iguales a las originales. Si así viniese
estipulado en el contrato de compraventa de la vivienda,
dichas piezas deben ser proporcionadas por el promotor.
-
El mármol puede pulirse o
abrillantarse de nuevo cuando su aspecto lo aconseje. No
obstante, tenga en cuenta que el número de veces
que se puede pulimentar no es ilimitado.
-
No arrastre los muebles sobre estos
pavimentos a menos que haya protegido, con trozos de fieltro
o similar, las zonas de roce.
Para su limpieza resultan apropiadas las siguientes
recomendaciones:
-
La limpieza debe hacerse con agua
jabonosa o detergente neutro.
-
No utilice lejía, agua fuerte,
productos abrasivos ni componentes ácidos.
c) Revestimientos
de techos.
Los techos suelen necesitar un revestimiento, bien
para presentar un mejor aspecto o bien para cubrir a la vista algunos conductos
o instalaciones que quedaron fijados a aquellos.
Estos revestimientos estarán adheridos o
suspendidos del techo. En el primer caso suelen ser revestimientos con
pasta de yeso o de mortero de cemento. Los techos suspendidos, techos rasos
o falsos techos, pueden ser continuos, generalmente de escayola y sin juntas
aparentes o de piezas cuadradas o rectangulares, con juntas aparentes.
Tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:
-
De los falsos techos no se colgará ningún
objeto pesado (lámparas, por ejemplo).
-
En general, para colgar cualquier
objeto debe buscarse la fijación en el elemento
estructural que sirva de soporte al guarnecido o enfoscado,
o del que está suspendido el falso techo. Ese elemento
constructivo será, en muchas ocasiones, un forjado.
Si es así, no debe dañar las viguetas.
d) Pinturas.
Son revestimientos que sirven de acabado y protección
a muchas superficies.
Por su situación y consiguiente contacto
directo con el ambiente, las pinturas sufren en primera instancia la mayor
parte de las agresiones que tendrían que soportar los paramentos
protegidos.
Si pretende que las pinturas sigan prestando su
acción protectora, observe las siguientes recomendaciones:
-
Evite golpes, roces, rayados, etc.
Todos ellos pueden dejar una huella en la pintura.
-
La acción del polvo, los
agentes atmosféricos, el contacto de las personas,
etc. exigen un continuo cuidado para que las pinturas no
pierdan sus posibilidades de proteger y decorar. Por tanto,
procure que estén siempre en perfecto estado.
-
Las pinturas sobre elementos metálicos
protegen a estos contra la oxidación, por lo cual,
procure restaurar la pintura a la primera señal
de óxido que observe y selle la filtración
de agua que, seguramente, la produce, a menos que proceda
reclamar la reparación al vendedor de la vivienda
si está en plazo de garantía.
Especial cuidado deberá tenerse con las barandillas
de terraza o cualquier elemento similar colocado a la intemperie. Su oxidación
podría entrañar serio peligro.
En cuanto a la limpieza, se recomienda:
-
Para pinturas al temple y a la
cal, limpie con paño seco. No emplee líquidos
de limpieza ni agua, ya que estas pinturas no protegen
al yeso contra la humedad.
-
Para pinturas al silicato y al
cemento, pase ligeramente un cepillo suave con abundante
agua.
-
Para pinturas plásticas
y esmaltes, utilice esponjas o paños humedecidos
en agua jabonosa.
e) Barnices.
Los barnices generalmente se aplican sobre madera.
Si su vivienda tiene carpintería exterior
de madera:
-
Vigile el estado del barniz: es
fundamental para la conservación de la madera y
el buen funcionamiento de la carpintería.
Para su limpieza:
-
Utilice esponjas o paños
ligeramente humedecidos en agua jabonosa para quitar las
manchas.
-
Para limpiar superficies barnizadas
no utilice alcohol ni disolventes, ni productos que los
contengan.
2.3. INSTALACIONES.
Denominamos así a todo tipo de infraestructuras
que prestan algún servicio o proporcionan algún suministro
a la vivienda.
Las hay de muchos tipos:
-
Para suministro de agua, gas y electricidad.
-
Para evacuación como: extracción
de humos y gases o desagües.
-
Para comunicaciones, como es el
caso del teléfono y TV, o radio.
-
De protección, como pararrayos,
contraincendios y puesta a tierra.
-
De climatización como son
las de calefacción, aire acondicionado o ventilación.
2.3.1. Saneamiento.
Red comunitaria del edificio. El conjunto de elementos
que sirve para la evacuación de las aguas pluviales recogidas por
sus azoteas, tejados y patios interiores y de las aguas residuales y fecales
producidas en las viviendas, hasta la red pública de alcantarillado
o hasta una fosa séptica o estación depuradora, constituye
la red de saneamiento del edificio.
El sistema de evacuación está formado,
esencialmente, por una red vertical, que forman especialmente:
-
Bajantes. Conducen aguas
pluviales y residuales hasta la arqueta a pie de bajante.
-
Canalones. Receptores de
las aguas pluviales en tejados.
-
Cazoletas. Receptoras de
las aguas pluviales en azoteas.
-
Sumideros. Recogen aguas
en la planta inferior del edificio.
En edificios de más de 10 plantas, existe
a veces una columna de ventilación que discurre paralelamente a
los bajantes, para evitar que los sifones se queden sin agua.
Una red horizontal, (en realidad,
con poca pendiente) formada por los colectores, registros y arquetas, que
llevan las aguas recogidas hasta la arqueta sifónica, así llamada
porque va provista de un sifón hidráulico para evitar los
malos olores.
Esta arqueta es registrable y un tubo la conecta
con la red exterior de alcantarillado.
Esta red se coloca enterrada o colgada. En el primer
caso discurre por el subsuelo del edificio y los colectores son tuberías
de diversos materiales, generalmente de hormigón.
Cuando la red horizontal va colgada, se sitúa
en el techo de los locales de planta baja o sótano. Está compuesta
generalmente por tuberías de PVC y carece de arquetas intermedias.
En los quiebros y en la cabecera, cuenta con tapones o registros para su
limpieza.
Le hacemos, al respecto, las siguientes recomendaciones:
-
Las modificaciones (cambios del
recorrido o de las condiciones de uso) necesitan el estudio
y posterior realización de las obras bajo la dirección
de un técnico competente.
-
No vierta a la instalación
aguas que contengan detergentes no biodegradables, aceites
o grasas, colorantes permanentes, sustancias tóxicas
o contaminantes. Ni arroje objetos que puedan causar atascos,
como pinzas de la ropa, paños, pequeñas prendas
de vestir, fregonas, etc.
-
Los canalones, y las rejillas de
cazoletas y sumideros estarán libres de obstáculos
para el desagüe.
-
Aunque pasen a través de
su vivienda, los bajantes prestan un servicio a todo el
edificio. En consecuencia, no haga nada que afecte a su
correcto funcionamiento. No manipule, ni golpee o haga
agujeros en el propio tubo, sin permiso expreso de la Comunidad.
2.3.2. Fontanería.
Es la forma en que, tradicionalmente, se han venido
denominando las instalaciones de suministro de agua fría y caliente
y los desagües de una vivienda.
a) Agua fría.
La instalación de agua fría es la
encargada de llevar el agua que se consume en la vivienda, desde la red
de la Compañía suministradora hasta los aparatos de consumo.
Su importancia se debe a que:
-
El agua es un bien escaso y necesario
para la vida.
-
Su consumo debe ser objeto de consideración
por todos los usuarios, para hacer de ella una utilización
lo más racional posible.
Red privativa de la vivienda.
A partir del contador para medir los consumos de
cada vivienda particular y/o de la Comunidad de un edificio, la instalación
interior que sirve a un usuario particular suele estar formada por:
-
Llave de entrada colocada a la salida
del contador.
-
Montante o tubo ascendente hasta
la vivienda que se suministra.
-
Llave de abonado o llave de corte
general que puede ser manipulada a voluntad del usuario.
-
Tuberías para distribución
del agua a todos los aparatos.
-
Llaves de corte para permitir o
anular la entrada de agua a cada recinto húmedo.
-
Grifería para regular la
entrada de agua a cada aparato en los momentos de consumo.
-
Llaves de escuadra que permiten
cortar la entrada de agua a cada grifo de los distintos
aparatos (excepto bañera y ducha).
Tenga en cuenta estas primeras recomendaciones:
-
Una vez conectado el servicio, o
cuando haya transcurrido mucho tiempo sin ser utilizado,
abra todos los grifos de la vivienda y deje correr el agua
suavemente durante 15 minutos para limpiar las tuberías
y demás complementos de la instalación.
-
En particular limpie los filtros
de los grifos después de un corte de suministro.
-
No deberá modificarse la
instalación sin la intervención de un técnico
competente. Debe saber que si su instalación tiene
tuberías de acero galvanizado, las reparaciones
con tubería de cobre podrían dañar
gravemente la instalación, salvo que se utilizaran
manguitos antielectrolíticos.
-
Cierre la llave de abonado, en caso
de ausencia prolongada.
Para el mejor funcionamiento de toda la vivienda,
atienda también a las siguientes observaciones:
-
No utilice la instalación
para fines extraños a su propio funcionamiento.
Por ejemplo, no cuelgue ningún objeto de las llaves
o tuberías. No utilice estos como "tomas de
tierra".
Recuerde que los grifos y llaves de paso, se abren
girando hacia la izquierda y se cierran girando hacia la derecha.
-
En los grifos, nunca fuerce los
mecanismos de apertura y cierre.
Si hace alguna pequeña reparación
por su cuenta, recuerde que:
-
No debe apretar excesivamente las
roscas en llaves y grifos para no dañar las zapatillas.
Un bien tan escaso y de consumo tan generalizado
como es el agua, necesita la mentalización del usuario para promover
el ahorro en el consumo.
Atienda las campañas de las compañías
suministradoras y de las asociaciones de consumidores y usuarios para el
ahorro en el consumo, y además:
-
Cierre el grifo mientras se cepilla
los dientes o se afeita.
-
Utilice un recipiente y no el chorro
de agua para lavar los alimentos. Al terminar, esta agua
se puede aprovechar para regar las plantas.
-
Sepa que en la cocina lavar los
platos a mano gasta más agua que el programa corto
del lavavajillas.
-
No friegue el menaje de cocina con
el grifo del fregadero abierto. Utilice uno de los senos
para enjabonar y el otro para aclarar.
-
Mantenga la ducha abierta sólo
el tiempo indispensable y cierre los mandos mientras se
enjabona.
-
Utilice mejor la ducha que el baño.
Podría ahorrar hasta 7300 litros al año.
-
Procure utilizar la lavadora y el
lavavajillas cuando estén completamente llenos y
en programas económicos.
Coloque dispositivos economizadores de agua. En
el mercado ya hay distintos tipos para adaptar a los grifos y a las cisternas
de inodoro. Para éstas últimas, se encuentran distintas opciones:
-
Mecanismos de doble descarga que
disponen de dos pulsadores: con uno se descargan aproximadamente
3 litros y con el otro la capacidad total de la cisterna
(alrededor de 10 litros).
-
Interruptor de descarga. Un
pulsador o tirador único corta la salida de agua
cuando se acciona por segunda vez.
-
Contrapesos. En un mecanismo
normal se cuelgan de la válvula, cerrándola
al soltar el pulsador o tirador. Repare inmediatamente
las fugas (10 gotas de agua por minuto suponen 2000 litros
de agua al año desperdiciados).
Son precisamente las fugas, la mayor preocupación
que, generalmente, plantea una instalación de fontanería
a los usuarios de este servicio. Por eso:
-
Vigile cualquier goteo o mancha
de humedad que le haga suponer la existencia de una fuga
o avería.
-
Revise, tan frecuentemente como
sea necesario, los mecanismos de carga y descarga de la
cisterna del inodoro.
-
Efectúe comprobaciones en
su contador para detectar posibles fugas o averías.
Para ello puede contrastar lecturas periódicas de
la compañía suministradora.
Si varía la presión de suministro,
disminuyendo la que fuera habitual, será, probablemente, por alguna
de estas tres causas:
-
Una avería en la red municipal,
en cuyo caso, debe avisar a la Compañía suministradora.
-
Una avería en su propia instalación.
En este supuesto, haga que se la revisen sin la menor dilación.
-
Una avería en la red comunitaria
o grupo de presión. En este supuesto, comuníquelo
al representante de la comunidad.
Red comunitaria del edificio.
La instalación para el suministro de agua
a un edificio de viviendas necesita hacer una acometida desde la red municipal
que discurre por la vía pública. La tubería de acometida
tiene incorporadas varias llaves de maniobra: llave de toma, que abre paso
a la acometida; llave de registro, en la vía pública y llave
de paso, situada en el interior del edificio y próximo a la fachada.
En esta última comienza la red privada e
interior al edificio. La instalación completa podría tener
los siguientes elementos:
-
Contador principal (o general).Mide
todos los consumos que se producen en una acometida. Está situado
en la proximidad de la llave de paso. (Todavía hay
muchos edificios donde sólo existe un contador).
-
Batería de contadores. Conjunto
que forman los contadores divisionarios para medir los
consumos de cada abonado.
-
Depósito acumulador para
reserva de agua y que alimenta al grupo de presión.
-
Grupo de presión. Equipo
hidroneumático que proporciona, en caso necesario,
la suficiente presión para que el agua circule por
todo el recorrido de las instalaciones. Suele llevar dos
electrobombas, de uso alternativo.
En el caso de existir red de bocas de incendio equipadas
(BIE), dicha red cuenta con un grupo de presión específico
para la misma, independiente del grupo de presión para la red de
abastecimiento de agua potable, que suelen estar ubicados en el mismo recinto.
-
Tuberías y accesorios que
canalizan el agua a distintas localizaciones del edificio
(viviendas, azotea, cuarto de basuras).
De análoga manera a lo recomendado para la
instalación interior:
-
Preste atención a cualquier
goteo o mancha de humedad.
-
Efectúe comprobaciones en
su contador para detectar consumos anormales.
-
Repare inmediatamente las fugas.
-
No deberá modificarse la
instalación sin la intervención de técnico
competente.
-
No se utilizarán elementos
de la instalación para fines extraños a su
propio cometido. Por ejemplo, no deben emplearse las tuberías
para "tomas de tierra".
Respecto del grupo de presión recuerde que:
-
El local donde se instale el grupo
de presión debe estar siempre limpio.
-
Los depósitos de agua se
mantendrán tapados para evitar la entrada de polvo
y suciedad y proteger de posibles contaminaciones.
-
La instalación eléctrica
que alimenta al grupo de presión debe funcionar
correctamente. De igual forma, los elementos que componen
el grupo (manómetro, calderín, electrobomba).
-
Las electrobombas no deben funcionar
si el depósito acumulador está vacío.
Si esto sucediera, deberá pararse inmediatamente
el funcionamiento y avisar para que un técnico proceda
a vaciar el calderín, regular el aire y poner de
nuevo en marcha todo el equipo.
-
Para aminorar los efectos de alguna
avería conviene tener disponibles repuestos de los
elementos de protección (fusibles) de las instalaciones
electromecánicas.
b) Agua caliente.
Es ésta una instalación cuyo completo
servicio le exige cumplir dos funciones complementarias: producción
y distribución.
La producción de agua caliente puede hacerse:
-
Individualizada por vivienda.
-
Centralizada.
Individualizada por vivienda.
La distribución se hace mediante una pequeña
red que lleva el agua caliente desde el aparato productor hasta los diferentes
puntos de consumo, generalmente situados en la cocina y cuartos de baño
y aseos.
Los elementos principales de una instalación
completa son:
-
Calentador. Aparato generador
del agua caliente. Si utiliza energía eléctrica,
el agua caliente se mantiene en un acumulador (termo).Cuando
funciona con gas, lo más frecuente es que se produzca
un flujo instantáneo de agua caliente.
-
Tuberías. En la actualidad
son, generalmente, de cobre.
-
Llaves de corte.
-
Grifería.
-
Llaves de escuadra.
Para que el sistema se active es necesario establecer
conexión con la instalación de agua fría: el fluido
que transportan es el mismo. Y como su funcionamiento es parecido, todas
las recomendaciones que se han hecho en el apartado anterior son igualmente
válidas aquí.
Además, puesto que ésta es una instalación "de
confort", parece conveniente recomendar al usuario que, si no los
tuviera ya instalados:
-
Disponga de grifos con monomando
y termostato en el baño o la ducha y de monomando,
al menos, en los restantes aparatos que consuman agua fría
y caliente.
-
Solicite la asistencia técnica
correspondiente, ante cualquier anomalía de funcionamiento
en su calentador. Si está en periodo de garantía,
la reclamación debe dirigirse al promotor.
Debe tenerse en cuenta también que el agua
caliente produce dos consumos: el de agua y el de la energía necesaria
para calentarla.
Por tanto:
-
Vigile el consumo de agua caliente.
-
Haga uso del calentador según
las indicaciones del fabricante.
Si circula por la red de suministro un agua con
gran contenido de sales es probable que su instalación de agua caliente
tenga algún problema añadido pues las tuberías van
acumulando depósitos salinos reduciendo el caudal que puede circular
por su interior.
Producción centralizada.
La producción centralizada de agua caliente
para uso doméstico (calefacción y/o sanitarios y cocinas)
tendrá que proporcionar de forma segura y eficiente, el caudal requerido
por los servicios del conjunto de viviendas y del edificio en general.
Esta producción habrá de ser luego distribuida a los diferentes
puntos de consumo.
Los elementos principales de una instalación
de este tipo son:
-
Caldera: aparato donde el
fluido calorífico (agua) alcanza la temperatura
necesaria. Para la combustión utilizan gasóleo,
gas natural, etc.
-
Acumulador: recipiente donde
se almacena el agua preparada para el consumo en los aparatos.
-
Distribuidor: tuberías
que parten de la caldera y conectan con los circuitos para
llevarle el agua caliente.
-
Bombas de aceleración,
que impulsan la circulación del agua caliente a
través de la red de distribución.
-
Red de distribución: conjunto
de tuberías con el adecuado aislamiento térmico
que enlaza el distribuidor con los aparatos de consumo
de agua caliente.
Los elementos de producción se ubican generalmente
en un local cerrado (cuarto de calderas).
La instalación responde a un determinado
diseño y cálculos expresamente realizados para el edificio.
En consecuencia:
-
No se deben hacer modificaciones
sin la intervención de un especialista. La instalación
podría quedar descompensada o resultar insuficiente.
-
Cualquier anomalía de funcionamiento
debe ser subsanada por un técnico competente.
Para evitar el deterioro que produce la oxidación:
-
La instalación debe mantenerse
llena de agua.
Para evitar riesgo de consumos exagerados ocasionados
por pérdidas de calor de la propia instalación:
-
Vigile el estado del aislamiento
de las tuberías y reponga las coquillas cuando se
encuentren en mal estado.
-
Con fuertes heladas y para prevenir
el riesgo de que revienten los conductos es conveniente
mantener en marcha la instalación mientras dure
el fenómeno meteorológico, regulando la temperatura
para no incidir en disparatados consumos de combustible.
Dada la importancia que tienen las máquinas
y aparatos ubicados en el cuarto de calderas debe controlarse el acceso
al mismo, excepto para persona autorizada. Es aconsejable que, incluso
la limpieza, sea realizada por el personal de mantenimiento para evitar
accidentes.
c) Desagües.
Red privativa de la vivienda.
Conduce el agua sucia de cocina, lavadero, cuartos
de baño y aseo, hasta los bajantes. Los elementos principales que
la componen son:
-
Sifones. Elementos de desagüe
de cada aparato para evitar los malos olores.
-
Bote sinfónico. Recipiente
al que vierten varios ramales de desagüe y que evacua
al bajante o a un manguetón.
-
Manguetón. Conducto
de evacuación de amplio diámetro para desagüe
de inodoros, que enlaza directamente con el bajante.
-
Tuberías. Conductos
de evacuación para desagüe de los restantes
aparatos.
El agua utilizada en la vivienda debe ser evacuada
al exterior después de su empleo en diferentes aplicaciones (limpieza,
fregado, lavado, etc.). La red de desagües está preparada para
admitir el paso de residuos orgánicos, si bien con algunas limitaciones.
Algunos desechos no orgánicos se destruyen
con dificultad y podrían obstruir las instalaciones de evacuación.
Por tanto:
-
No arroje por los desagües
restos de comida, plásticos, gomas, paños,
compresas, etc., y otros elementos duros (como hojas de
afeitar o cepillos de dientes).
-
No vierta a la red sustancias tóxicas
o contaminantes (detergentes no biodegradables, colorantes
permanentes, ácidos abrasivos, etc.).
-
No convierta el inodoro (retrete)
en un cubo de basura.
Para un correcto funcionamiento de los sifones:
-
Vigile su nivel de agua. Una ausencia
prolongada, sobre todo en verano, podría provocar
la evaporación del agua que obstaculiza la emanación
de malos olores.
-
Utilice detergentes biodegradables
que evitan la formación de espumas, las cuales podrían
petrificar y obstruir o disminuir los conductos de evacuación.
En el supuesto de algún pequeño atasco:
-
Deje correr agua caliente, que disuelve
las grasas. Añadiendo algún producto apropiado
(ni ácidos, ni productos corrosivos)de los que existen
en el mercado se puede ablandar el tapón.
En caso de avería de algún elemento
de esta instalación:
-
No utilice el aparato afectado hasta
la reparación del deterioro.
Si tras periodos más o menos largos de ausencia
de la vivienda, existen malos olores en cuartos de baño o cocina,
es generalmente debido a la inexistencia de agua en los sifones.
-
Efectúe la descarga de la
cisterna del inodoro y abra la grifería dejando
correr el agua.
2.3.3. Electricidad.
La instalación eléctrica se encarga
de llevar al usuario el suministro de la energía más comúnmente
utilizada en la vivienda.
La energía eléctrica es la más
limpia de las energías y no consume oxígeno.
Para medir los consumos la Compañía
suministradora dispondrá de un contador a la entrada de su vivienda
o en un local del edificio donde se agrupan los de toda la Comunidad.
a) Instalación
de la vivienda.
Una instalación eléctrica para vivienda
consta, básicamente, de las siguientes líneas y elementos:
-
Derivación individual: línea
que une cada contador con el cuadro de protección
individual.
-
Cuadro de protección individual: destinado
a la protección de los circuitos interiores así como
de los usuarios contra contactos indirectos. Suele constar
de:
-
Interruptor de control de potencia
(ICP). Aparato destinado al corte automático
del suministro cuando se sobrepasa por el abonado la
potencia contratada.
-
Interruptor automático
diferencial (IAD). Desconecta automáticamente
la instalación en caso de producirse una derivación
de algún aparato o en algún punto de
instalación. Este interruptor está dotado
de un dispositivo de prueba cuyo accionamiento permite
verificar, en su caso, su correcto funcionamiento.
-
Pequeños interruptores
automáticos (PIA). Dispositivos automáticos
magnetotérmicos de corte omnipolar y protección
de los circuitos interiores. Resguardan a cada uno
de éstos, con arreglo a su capacidad, de sobrecargas
y cortocircuitos, y permiten el corte de corriente
a los mismos.
-
Instalación interior. Conjunto
de circuitos para conectar el cuadro de protección
individual con los puntos de utilización.
-
Circuito interior. Conjunto
de conductores, tomas de corriente e interruptores que
partiendo del cuadro general de mando y protección
están protegidos por un PIA.
-
Conductores eléctricos: elementos
metálicos recubiertos con material protector destinados
a transportar la energía eléctrica. Se
sitúan en el interior de los tubos de las canalizaciones.
Los empalmes y cambios de dirección de los conductores
se realizan mediante cajas de registro y derivación.
El color de los conductores permite diferenciar la utilización
de los mismos: color azul para el neutro; amarillo o
verde para toma de tierra y, negro, marrón o gris
para fases activas.
-
Mecanismos. Elementos de
instalación para acción directa del usuario.
Suelen ser interruptores, conmutadores, pulsadores y
bases de enchufes.
Atienda estas primeras RECOMENDACIONES:
-
No debe manipular, reparar o modificar
su instalación sin la intervención de un
instalador electricista autorizado legalmente por la Delegación
Provincial competente en materia de Industria de la Junta
de Andalucía. Ya que, de lo contrario, además
de poder afectar a su seguridad, perderá la garantía
que, en su caso, pudiera tener la instalación y,
en el supuesto de modificación, no le sería
garantizada la misma.
-
No intente puentear, ni anular o
sustituir cualquiera de los elementos del Cuadro de Protección
Individual: pondría en peligro la seguridad de la
instalación y la de las personas que se sirven de
ella.
-
Tras una interrupción generalizada
del suministro eléctrico, desconecte los aparatos
y electrodomésticos. Una subida de tensión
al restablecerse el suministro podría dañarlos.
-
En caso de ausencia prolongada,
desconecte la instalación por medio del interruptor
diferencial general. Si desea mantener algún aparato
en funcionamiento (por ejemplo el frigorífico) deje
conectado el diferencial y el PIA correspondiente, y desconecte
los demás.
Tome las siguientes PRECAUCIONES, le ayudarán
a hacer una mejor y más correcta utilización de su instalación
eléctrica, a evitar accidentes y a velar por su seguridad y la de
los suyos:
-
No coloque las lámparas u
otro elemento de iluminación directamente suspendido
del cable correspondiente a un punto de luz.
-
No enchufe cualquier aparato en
cualquier toma de corriente. Cada aparato requiere una
potencia distinta y cada toma de corriente está preparada
para soportar una potencia máxima. Si la potencia
del aparato es superior a la que soporta la toma de corriente,
puede quemarse la base del enchufe, la clavija e incluso
la instalación.
-
Cuando no vaya a utilizar un aparato
durante mucho tiempo, no lo deje conectado, desenchufe
la clavija de alimentación de la toma de corriente.
-
Compruebe su IAD con periodicidad,
al menos mensualmente, pulsando para ello el botón
de prueba. Si no se dispara es que está averiado
y, en consecuencia, usted no se encuentra protegido contra
derivaciones. En tal caso avise a un instalador autorizado
para que se lo sustituya.
-
No olvide desenchufar las clavijas
de alimentación de los aparatos de las tomas de
corriente antes de hacer la limpieza.
-
No enchufe o desenchufe las clavijas
de alimentación con las manos mojadas.
-
No use nunca aparatos eléctricos
con cables pelados, clavijas o enchufes rotos.
-
No tome corriente a través
de un portalámparas con enchufe (ladrón).
-
Al desconectar los aparatos, no
tire del cordón o cable, sino de la clavija.
-
No acerque los cables de alimentación
de aparatos eléctricos a aparatos de calefacción
o fuentes de calor. Los aislantes podrían derretirse
y causar un incendio o una sacudida eléctrica.
-
No manipule ningún aparato
eléctrico sin antes haberlo desconectado.
-
Para cambiar una bombilla, o manipular
en cualquier mecanismo eléctrico, lo más
aconsejable es desconectar el circuito correspondiente
y efectuar la operación con las manos secas y los
pies calzados. Y lo más seguro, desconectar el diferencial.
-
No utilice los electrodomésticos
cerca del agua o si usted mismo se encuentra mojado. Para
su limpieza, desconéctelos previamente y no vuelva
a utilizarlos hasta que estén completamente secos.
-
Si cayera agua sobre algún
aparato eléctrico, mantenga desconectado el aparato
(o mejor, su circuito) hasta que desaparezca la humedad.
-
Adopte precauciones especiales para
que los niños no puedan utilizar los aparatos eléctricos.
Si fuera necesario, coloque protectores en los enchufes.
-
Procure no hacer varias conexiones
en un mismo enchufe (no utilice ladrones o clavijas múltiples).
Haga uso, si necesita varias tomas, de una alargadera de
la sección adecuada con una base de tomas múltiples
y, si pudiera ser, mejor con fusible e interruptor, con
ello evitará posibles deterioros en su instalación.
-
Compruebe por donde discurren las
canalizaciones eléctricas empotradas antes de taladrar
una pared o techo. Ya que podría electrocutarse
si atraviesa una canalización con el taladro. A
tales efectos, atienda a las recomendaciones que se proporcionan
en el capítulo 5 de este Manual.
Como MEDIDAS DE AHORRO ENERGETICO, y para reducir
la contaminación, tenga en cuenta:
-
Limpiar frecuentemente las bombillas.
Si están sucias iluminan peor y se funden.
-
Aprovechar al máximo la luz
solar. Encienda la luz sólo si es necesario.
-
No dejar la luz encendida en habitaciones
vacías.
-
Emplear lámparas eléctricas
de bajo consumo y que si emplea una bombilla de 100 vatios
emite una luz similar a dos de 60 vatios y consume menos.
-
Utilizar, siempre que sea posible,
la tarifa nocturna.
-
Atender las recomendaciones que
se facilitan más adelante para los electrodomésticos,
y las proporcionadas en el apartado de este Manual relativas
a la ocupación efectiva de la vivienda.
-
Devolver bombillas y tubos para
que puedan ser reciclados.
Para no quedarse sin suministro eléctrico:
-
Evite un consumo que sobrepase la
potencia contratada con la compañía suministradora,
dado que "saltaría" el Interruptor de
Control de Potencia (ICP), dejándole sin servicio
en toda la vivienda.
b) Averías.
La utilización, prácticamente permanente,
de la energía eléctrica hace muy molesto para el usuario
cualquier interrupción de suministro. Algunas "averías" en
la propia vivienda podrían, no obstante, ser subsanadas provisionalmente
hasta la llegada del técnico o instalador autorizado.
Derivaciones.
Al producirse una derivación en cualquiera
de los circuitos el interruptor diferencial "salta" automáticamente,
cortando el paso de corriente a la instalación. Si esto sucediera:
-
Proceda a desconectar todos los
PIA y conecte el interruptor automático diferencial
(IAD).
A continuación:
-
Conecte de nuevo y de uno en uno,
todos los PIA.
Aquel PIA que, al ser conectado, haga que el diferencial
se dispare nuevamente, le estará indicando el circuito averiado.
En este caso:
-
Deje desconectado ese circuito.
No insista en rearmarlo y el resto de la instalación
podrá seguir funcionando.
En cuanto le sea posible:
-
Haga que la avería sea subsanada
por un instalador autorizado.
Cortocircuito.
Se produce cortocircuito por el contacto directo
entre fase y neutro, bien en un receptor, o en la instalación. En
cuyo caso "saltará" el PIA correspondiente al circuito
donde se haya producido el cortocircuito.
Para localizar el cortocircuito:
-
Desconecte todos los receptores
o aparatos del circuito correspondiente al PIA que ha "saltado".
-
Conecte el PIA y, si vuelve a saltar,
avise a un instalador, ya que la avería está en
la instalación.
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